19 enero, 2006

LA PENETRACION

El hombre debe alternar de forma variada y discontinua las diferentes formas de penetración, es decir, tanto las superficiales como las profundas. Para empezar nueve penetraciones superficiales y una profunda permitirán a la mujer empezar a sentir cierto grado de placer. Lentamente el hombre se adaptará en función de su pareja y en función de su propio placer cambiando el ángulo de la penetración y el ritmo de las mismas.
Según el Kama-Sutra hay nueve tipos de penetración que un hombre debe consumar a una mujer:

LA PENETRACIÓN SIMPLE O HACIA ADELANTE.
Ambos órganos genitales se hallan opuestos el uno al otro y se produce la penetración.

LA FRICCIÓN.
El pene cogido por la mano se hace oscilar dentro de la vagina, acentuando la fricción en la zona de los labios vaginales.

LA HORADACIÓN. La vagina está hacia abajo y el pene golpea y roza fuertemente la parte superior de ésta.

FRICCIÓN. En la misma situación el pene frota contra la parte inferior de la vagina.

PRESIÓN.
El pene presiona la vagina durante un largo intervalo de tiempo.

GOLPE.
El pene sale de la vagina y entra bruscamente golpeando fuertemente el fondo. La salida
proporciona más vigor al pene y retrasa el espasmo en el hombre, mientras acelera el de la mujer.

EL GOLPE DE VERRACO.
El pene golpea solamente una parte de la vagina.

EL GOLPE DEL TORO.
El pene en su penetración golpea la vez los dos lados de la vagina.

EL MOVIMIENTO DEL GORRIÓN.
El pene va y viene dentro de la vagina, sin salirse, en forma de contracciones muy rápidas.

ALGUN APORTE.......

13 enero, 2006

USO DE LAS MANOS

- Continuar con una presión completa de todos los puntos sexuales situados a ambos lados de la tercera, cuarta y quinta vértebras lumbares.
- Hágalo de arriba hacia abajo y apretando con todo su peso.

- Termine con un tratamiento de SHIATSU en la glándula tiroides, las glándulas endocrinas, situadas entre los senos y la región inguinal situada entre las piernas.
Así, el hombre y la mujer alternarán los masajes energético-sensuales, alcanzando un estado de bienestar recíproco y viendo como su placer sexual se prolonga indefinidamente. Esta armonía de la pareja les llevará a un equilibrio físico y mental que, según la filosofía japonesa, se define como "Naturaleza perfecta".